En los días previos al estreno de una nueva telenovela, Fernando Colunga trabaja arduamente bajo la luz de los reflectores en el estudio de grabación número 9 de Televisa, en México D.F.
En acción, es concentrado y meticuloso. Camina con unas botas vaqueras y un sombrero campirano. Viste pantalones de mezclilla gris y una camisa que marca la fuerza de sus brazos. Así luce en la piel de José Miguel Montesinos, el protagonista de Soy tu dueña, la nueva historia de amor que se estrenará mañana en Venezuela a las 9:30 de la noche a través del Canal de las Estrellas.
Colunga da vida a un hombre leal y generoso. Valiente y decidido, trata de revivir la vieja hacienda de su padre y allí encuentra el verdadero amor en Valentina Villalba, una rica heredera interpretada por la cantante y actriz mexicana Lucero.
Montesinos monta a caballo, enfrenta las adversidades del ambiente rural y vive las faenas propias del campo. Pero al grito de “¡corten!” del director regresa el verdadero Fernando Colunga. En los zapatos de este nuevo galán, el actor compartió con PANORAMA, en el corazón del melodrama en español.
—¿Quién es José Miguel Montesinos, su personaje?
—La vida de José Miguel es una vida que tiene mucho colorido. Es un personaje que vive y respira el campo. Se fue a la ciudad, pero sus raíces pertenecen aquí y por eso regresa con la familia. Éste es un trabajo que se está haciendo con mucho cuidado. Se trata de un melodrama clásico, pero con actualidad, momentos de romance e intrigas...
—Usted ha protagonizado con Lucero y con Gabriela Spanic. ¿Cómo describiría a cada una de ellas?
—Conversé con Gaby y creo que es muy bonito que una mujer que es protagonista, y que además es reconocida, tenga la humildad de hacer un personaje antagonista y no tenga esos prejuicios de “yo tengo que hacer un protagónico”. Lo está haciendo muy bien. Y Lucero es una compañera a la que quiero muchísimo. Es una de las personas con las que más he disfrutado trabajar. Soy muy afortunado. Todas mis protagonistas son personas disciplinadas.
—¿Es exigente consigo mismo?
—Extremadamente. Soy muy exigente y muy severo porque creo que la gente se merece lo mejor. Pueden estar seguros de que cuando vean mi trabajo en pantalla, no habrá momento en el que haya dicho: “Bueno, lo pude haber hecho mejor y no lo quise hacer”. El trabajo siempre tiene toda mi atención y mi dedicación.
—¿Cómo asume el estreno de “Soy tu dueña”?
—Los nervios están siempre. Creo que a veces el terminar un trabajo es cuando más relajado estás, porque ya estás viendo el resultado, hay esa comunicación con el público, estás viendo dónde tienes que apretar, dónde tienes que cuidar más. Cuando empiezas le pones todas las ganas, pero no sabes si será del gusto del público, y como nuestro objetivo es entretenerlos, pues, obviamente estás preocupado porque tiene que estar a la altura de sus gustos.
—Luce com un “charro” mexicano...
—Estar en una hacienda y montar a caballo para mí significa un reto muy grande. Y, sin embargo, no estoy ajeno a esto, porque lo traemos como parte de nuestra cultura y sangre. Es algo de lo que nos sentirnos orgullosos y nos ha llevado hasta donde estamos en el campo de la charrería.
—Se le ve ligero de ropa con este personaje.
—Desde el año 1995, traté de no ser el elemento atractivo o una imagen, sino un actor con un trabajo que me respalde. Sin embargo, el día que el libreto me lo pida, mostraré mi desnudez. Esto siempre ha sido lo más importante para mí. Siempre he pensado que, a la hora que me exporten a través de las telenovelas, mi compromiso como mexicano es trascender, para que no nos vean como “tercermundistas”. La intención es que seamos los número uno en estos productos.
—Con sus 44 años sigue pareciendo un galán de telenovela...
—Respeto mucho a quienes recurren a métodos como el botox, pero en mi caso no me lo haría, la verdad. Me estoy gozando todas mis arrugas y cada año que cumplo, porque hago lo que me llena y creo que le he sacado provecho al máximo y, mientras pueda, lo seguiré haciendo. En mi caso me queda claro que trabajo con la expresión de la cara y con los ojos. Siempre hago toda clase de gestos. Si me pongo botox perderé parte de ese contacto que tengo con el público. Personalmente, no lo quiero hacer y, en cuanto a las cirugías, creo que tampoco las necesito.
—¿Su secreto para estar en forma?
—Ahora me cuido mucho: ya no me asoleo como antes y la alimentación es más sana y ligera; si comes bien te ves bien; tampoco uso vitaminas. No creo en las dietas, creo que hay que darle al cuerpo lo que quiere, pero con medida.
En acción, es concentrado y meticuloso. Camina con unas botas vaqueras y un sombrero campirano. Viste pantalones de mezclilla gris y una camisa que marca la fuerza de sus brazos. Así luce en la piel de José Miguel Montesinos, el protagonista de Soy tu dueña, la nueva historia de amor que se estrenará mañana en Venezuela a las 9:30 de la noche a través del Canal de las Estrellas.
Colunga da vida a un hombre leal y generoso. Valiente y decidido, trata de revivir la vieja hacienda de su padre y allí encuentra el verdadero amor en Valentina Villalba, una rica heredera interpretada por la cantante y actriz mexicana Lucero.
Montesinos monta a caballo, enfrenta las adversidades del ambiente rural y vive las faenas propias del campo. Pero al grito de “¡corten!” del director regresa el verdadero Fernando Colunga. En los zapatos de este nuevo galán, el actor compartió con PANORAMA, en el corazón del melodrama en español.
—¿Quién es José Miguel Montesinos, su personaje?
—La vida de José Miguel es una vida que tiene mucho colorido. Es un personaje que vive y respira el campo. Se fue a la ciudad, pero sus raíces pertenecen aquí y por eso regresa con la familia. Éste es un trabajo que se está haciendo con mucho cuidado. Se trata de un melodrama clásico, pero con actualidad, momentos de romance e intrigas...
—Usted ha protagonizado con Lucero y con Gabriela Spanic. ¿Cómo describiría a cada una de ellas?
—Conversé con Gaby y creo que es muy bonito que una mujer que es protagonista, y que además es reconocida, tenga la humildad de hacer un personaje antagonista y no tenga esos prejuicios de “yo tengo que hacer un protagónico”. Lo está haciendo muy bien. Y Lucero es una compañera a la que quiero muchísimo. Es una de las personas con las que más he disfrutado trabajar. Soy muy afortunado. Todas mis protagonistas son personas disciplinadas.
—¿Es exigente consigo mismo?
—Extremadamente. Soy muy exigente y muy severo porque creo que la gente se merece lo mejor. Pueden estar seguros de que cuando vean mi trabajo en pantalla, no habrá momento en el que haya dicho: “Bueno, lo pude haber hecho mejor y no lo quise hacer”. El trabajo siempre tiene toda mi atención y mi dedicación.
—¿Cómo asume el estreno de “Soy tu dueña”?
—Los nervios están siempre. Creo que a veces el terminar un trabajo es cuando más relajado estás, porque ya estás viendo el resultado, hay esa comunicación con el público, estás viendo dónde tienes que apretar, dónde tienes que cuidar más. Cuando empiezas le pones todas las ganas, pero no sabes si será del gusto del público, y como nuestro objetivo es entretenerlos, pues, obviamente estás preocupado porque tiene que estar a la altura de sus gustos.
—Luce com un “charro” mexicano...
—Estar en una hacienda y montar a caballo para mí significa un reto muy grande. Y, sin embargo, no estoy ajeno a esto, porque lo traemos como parte de nuestra cultura y sangre. Es algo de lo que nos sentirnos orgullosos y nos ha llevado hasta donde estamos en el campo de la charrería.
—Se le ve ligero de ropa con este personaje.
—Desde el año 1995, traté de no ser el elemento atractivo o una imagen, sino un actor con un trabajo que me respalde. Sin embargo, el día que el libreto me lo pida, mostraré mi desnudez. Esto siempre ha sido lo más importante para mí. Siempre he pensado que, a la hora que me exporten a través de las telenovelas, mi compromiso como mexicano es trascender, para que no nos vean como “tercermundistas”. La intención es que seamos los número uno en estos productos.
—Con sus 44 años sigue pareciendo un galán de telenovela...
—Respeto mucho a quienes recurren a métodos como el botox, pero en mi caso no me lo haría, la verdad. Me estoy gozando todas mis arrugas y cada año que cumplo, porque hago lo que me llena y creo que le he sacado provecho al máximo y, mientras pueda, lo seguiré haciendo. En mi caso me queda claro que trabajo con la expresión de la cara y con los ojos. Siempre hago toda clase de gestos. Si me pongo botox perderé parte de ese contacto que tengo con el público. Personalmente, no lo quiero hacer y, en cuanto a las cirugías, creo que tampoco las necesito.
—¿Su secreto para estar en forma?
—Ahora me cuido mucho: ya no me asoleo como antes y la alimentación es más sana y ligera; si comes bien te ves bien; tampoco uso vitaminas. No creo en las dietas, creo que hay que darle al cuerpo lo que quiere, pero con medida.
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